Esta viñeta acompañó al artículo de
Joaquín Catalán. La verdad es que, on todo el asunto de la tormenta, me sigue fascinando cómo se pone el acento en las
previsiones (que no fallaron) y en las
ayudas en lugar de reconocer que temporal tras temporal no se ha hecho prácticamente nada para prevenir las ya habituales lluvias. Políticos, es tiempo de canalizar las palabras y las aguas.