En Canarias, sufrimos desde hace muchos meses una huelga de Educación llevada a cabo por los profesores no universitarios. Una huelga en la que se pide una subida de sueldos sin ninguna contraprestación a cambio para homologarse con el resto de funcionarios no docentes, lo cual hace que se parta de una postura poco flexible. La Consejera de la rama tampoco da su brazo a torcer y si hubiera que elegir a una mediadora en el conflicto del Líbano, por ejemplo, ella sería la última persona a elegir. Y los padres y los niños, víctimas.
Esta huelga no tiene el apoyo social ni mediático. De hecho, los medios la critican con la boca chica ya que el colectivo de profesores es bastante amplio y temen perder lectores. La petición de subida de sueldos en los tiempos que corren de crisis suena bastante insolidaria y más sabiendo que este incremento se producirá (porque sí, se producirá) a costa de la inversión en temas sociales.
También es verdad, que mejor es que le suban el sueldo a los profesores que se lo gasten en una Policía Autonómica o en una Radio Canaria. Y es que las prioridades en este archipiélago tampoco están muy claras.
Por cierto, espero que después de este comentario no termine como la
cabra.
