Ya que la CONSTRUCCIÓN se nos ha ido al garete; ya que no hemos sabido potenciar la I+D, o las TECNOLOGÍAS o las INDUSTRIAS; ya que nuestra economía es más volátil que la canción del Chiki-chiki, valoremos al único que nos saca siempre las castañas del fuego: el TURISMO. Queramos o no, dependemos tanto de él que algún día, cuando todo se vaya a tomar por saco (con un cambio climático, por ejemplo), lo echaremos de menos.