Aunque hace unos años manifesté odio a la fiesta de Halloween, ya que prefiero 1.000 veces la de los 'finaos', hay que reconocer que cada vez más esta costumbre se está introduciendo en nuestra sociedad. Ya saben, pillamos todo lo malo y nada de lo bueno. De todas formas, este esperpento de tradición me da pie para reflejar el miedo que nos da cuando nos llama el del banco en estos tiempos que corren. También podía haber puesto que iban de políticos que también dan miedito, o peor, del Presidente de la CEOE.
